¿Cómo cuidar una gardenia jasminoides y qué necesita esta planta?

gardenia jasminoides

Cuando nos adentramos en el mundo de la jardinería, más temprano que tarde nos tocará lidiar con plantas exigentes, tal es el caso de la Gardenia Jasminoides, una gran planta floral de aroma sofisticado que es importante considerar al diseñar un jardín. Sin embargo, no es una especie sencilla de cuidar, es bastante delicada según qué temperaturas, agua y humedad reciba.

Pero a cambio, es capaz de florecer múltiples veces al año, y de dotar de gran valor estético a cualquier patio o interior. Con estas indicaciones que te daremos, cuidar de una gardenia será una tarea menos confusa y engorrosa, ya que, con los pasos adecuados, puede cuidarse sin ningún problema.

¿Qué tipo de planta es la Gardenia Jasminoides?

A este tipo de gardenias también se les conoce como Jazmín del Cabo o Jazmín de la India, pero como se indica en el mismo título, Jasminoides es su nombre técnico, y deriva de su parecido con la flor de Jazmín.

Es un pequeño árbol arbustivo de hoja perenne, es decir, sus hojas no se caen con el fin de ciclo estacional. Es de la misma familia en la que coexisten frutas como el árbol de Café, Noni o Níspero africano, al ser justamente de la familia de las rubiáceas. Su origen se data desde varios lugares de Asia y regiones cercanas. Un factor a tomar en cuenta, ya que evolucionó en ambientes húmedos y templados.

Existen por lo menos más de 200 variantes de Gardenia, y la Jasminoides es una de las más populares y utilizadas a nivel mundial.

Medio ideal para su crecimiento

Es de naturaleza acidófila, lo que quiere decir que es una planta que se desarrolla mejor en un medio ácido, y de un pH más bajo que el promedio, el resultando de esto es que se vuelve más complicado su cuidado, ya que siempre es más fácil mantener un sustrato neutro, que uno ácido de pH bajo, o uno alcalino de pH alto.

Puede resistir temperaturas mínimas de -6 °C, pero no es apropiado exponerla a ese frío, porque perdería gran cantidad de su brillo y vitalidad. Y lo mismo podemos decir del calor, al ser de zonas tropicales y/o subtropicales, requiere de mucho calor, pero no soporta la radiación directa del sol por muchas horas.

Esto la hace un espécimen bastante delicado y quisquilloso para el jardinero menos habilidoso, ya que mantenerla en un balance ideal en donde se mantenga hermosa, verde, brillante, y produzca muchas flores a lo largo del año no es una tarea fácil.

Requiere mantener una humedad casi permanente, una exposición al sol específica, y una calidez que no baje de los 0 °C en noches frías como las de otoño e invierno. Todo eso es sumamente vital para no quedar con una gardenia pobre y simplona.

Aspecto Físico

Es una planta arbustiva de semisombra, por lo que debe estar siempre bajo un techo, plantada muy cerca de una pared, o dentro de la casa o sala. Sus hojas son ovadas y puntiagudas en la punta, crecen en patrón opuesto, y lo que destaca de ellas es una textura lisa y brillosa de color verde oscuro, que es lo que nos sirve para determinar su salud y vitalidad.

Dentro de una maceta de tamaño medio, puede crecer más de 50 cm, pero en un jardín, mientras no reciba mucho sol, puede alcanzar los 2 metros a lo largo de varios años.

Floración

Como planta ornamental utilizada por sus llamativas y fragantes flores, la Gardenia tiene la capacidad de florecer y reproducirse de 2 a 3 veces al año, y dependiendo de la genética y nutrición de la planta, puede llegar a florecer incluso una 4ta vez.

Estas flores son enormes y hermosas al medir entre 5 y 10 cm de diámetro, y tener un patrón de pétalos aterciopelados en remolino, siendo inicialmente de color blanco, y volviéndose de color beige o crema a medida que se van marchitando.

Las flores de Gardenia seguramente son el punto más atractivo por el cual quisiéramos sembrar esta planta, y es que además de su aspecto, la esencia que poseen es capaz de impregnarse algunos metros a la redonda, siendo esta de un aroma de lo más sutil.

gardenia jasminoides floración

¿Cómo cuidar la Gardenia Jasminoides?

Existen distintos puntos importantes a tener en cuenta si queremos mantener una gardenia jasminoides perfecta. Los más destacados serían:

Plantación

La tierra debe ser de un pH ácido (entre 4.5 o 5) para lo cual podemos valernos de fertilizantes basados en vinagre diluido en agua, aserrín de pino, sulfato de hierro e integrar turba rubia como principal componente. O bien, comprar un sustrato comercial especializado para plantas acidófilas.

Si en cambio hacemos crecer a una gardenia en un sustrato neutro, notaremos como sus hojas se pondrán menos verdes, debido al déficit de hidrógeno y hierro de un suelo no apropiado para su absorción.

Una forma menos compleja de intentar aumentar la acidez del sustrato, es mezclando café no infusionado dentro de la composición.

La maceta que deberemos usar es una de tamaño mediano o pequeño, ya que realmente no necesita mucha tierra para desarrollarse, pero sí será necesario ir mudándola de vez en cuando.

Reproducción por Esqueje

Las ramas para esquejes tienen que cortarse de una Gardenia sana a principios de primavera, deben tener un tamaño de entre 8 a 15 cm, de las cuales solo debemos dejar 4 hojas o más en la punta y podar las demás.

Estas ramas deben plantarse en una maceta sustituta hasta que desarrollen raíces y se puedan trasplantar a una maceta habitual y definitiva, pero antes de eso, solo debemos posicionarlas por los bordes y nunca por el centro, ya que un esqueje aún no está listo para tanta humedad.

Se puede hacer uso de hormonas de enraizamiento o simplemente plantar el esqueje.

Riego

Durante el verano se pueden regar casi a diario, pero en cantidades muy comedidas, mientras que en invierno, tan solo es necesario una o dos veces por semana. Con esta planta en particular, debemos tener agua de lluvia, destilada o reposada para su riego, ya que el agua del grifo contiene remanentes de cloro, y eso solo le hace daño a largo plazo equilibrando su pH, cosa que no queremos.

Lo que le gusta a la gardenia es la humedad permanente, pero no el encharcamiento, por lo que una bandeja en la base de su maceta ayudará a que el agua de su riego no se caiga, y se le dé provecho a través de su evaporación (también ayuda el hecho de ponerle un mantillo a la superficie del sustrato).

Pero para poner una bandeja inferior, es importante llenarla de piedritas o grava, porque si ponemos una bandeja sola, lo que vamos a producir es un encharcamiento, justamente lo que debemos evitar a toda costa.

Adicionalmente para tener una floración garantizada y que no sufra de la caída de botones florales, debemos rociar agua con un atomizador al follaje, una o dos veces al día si hace mucho calor, y es que muchas veces la floración de la Gardenia se frustra por culpa de la resequedad.

Abonado

A veces puede pasar que nuestra planta de gardenia se vuelva amarilla, puede deberse muy probablemente a la clorosis férrica (producto de una falta de hierro), y que podemos corregir de manera rápida y concisa con quelato de hierro, el cual normalmente se aplicará según el fabricante, disuelto en un litro de agua y suministrado directamente a las raíces.

Procurando siempre que no nos excedamos con las dosis, porque en ese caso, solo le induciremos otra enfermedad a la planta.

Y lo que respecta a su nutrición, debemos aplicar fertilizante para plantas acidófilas cuando crece, y cuando es primavera y verano, por lo menos una vez al mes. No será necesario abonar en la otra mitad inactiva del año.

Cómo cuidar la gardenia jasminoides

Poda

No es una flor que requiera poda ni tratamientos de formación, más que cortar hojas y ramas que por alguna u otra razón se pongan enfermas, se sequen o estén carcomidas por insectos.

En caso de que se ponga demasiado grande y ancha, la poda puede ser necesaria para reducir el tamaño, pero solo debemos de hacerlo cuando acabe alguna de sus floraciones. De no hacerlo así, podemos arruinar la siguiente floración al cortar nuevos tallos.

Fuera del follaje y ramas, al ser de sustrato ácido, se recomienda cada año sacarla de su maceta, hacerle mantenimiento a su cepellón (masa de raíces y tierra endurecidas), y renovar su sustrato con más compost y turba especial para acidófilas. Esto como tal no es extremadamente necesario, pero puede mejorar su calidad de vida y evitar enfermedades.

Control de Plagas

A pesar de lo exigente y delicada que es la Gardenia, si se mantiene bien nutrida e iluminada, no es propensa a sufrir de plagas, pero de ser el caso, puede aparecer la Araña Roja, la Cochinilla de Algodón, y los Pulgones Verdes, siendo esto mucho más probable cuando la tenemos en tierra, y normalmente es debido a la falta de humedad en el ambiente.

Todos estos bichos pueden controlarse con plaguicidas como el Jabón potásico, esencia diluida de pimienta, y mata insectos de uso agrícola, pero debemos tener cuidado de no abusar de los químicos.

Por el lado de los hongos, una Gardenia poco nutrida y mal iluminada puede provocar el Pythium en sus raíces y el mal de Oídio en sus hojas. Siendo el primero mortal para una planta en pleno desarrollo, y el otro, fácilmente reversible, podando hojas infectadas y aplicando fungicidas preventivos.

¿Tienes una gardenia jasminoides en tu jardín? ¿estás pensando en plantar una?

No dudes en dejar tus opiniones en la caja de comentarios.

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