¿Cuáles son los síntomas del exceso de agua en las plantas y cómo solucionarlo?

exceso de agua en las plantas

Cuando estamos empezando a cuidar un jardín nuevo, el exceso de agua en las plantas, es uno de los problemas más recurrentes que nos podemos encontrar si somos jardineros poco experimentados y no contamos con el servicio de una empresa de jardinería.

Tienes que saber, que los síntomas referentes al exceso de agua son casi idénticos a los de la falta de riego, y a veces, no es fácil saber diferenciarlos entre sí. Es por esto, que en este artículo os queremos explicar por qué sucede este fenómeno y cómo evitarlo.

¿Por qué sucede el exceso de agua en las plantas?

Muchas razones pueden ser las que provoquen un riego excesivo, algunas por falta de conocimiento y otras por cuestiones fuera de nuestro control, pero definitivamente las que más comunes son las siguientes:

Desconocer las necesidades de cada planta

Es muy frecuente cometer este error por no conocer del todo los tipos de plantas que tenemos y confundir sus ciclos hídricos entre ellas. O peor aún, pensar que las necesidades de agua son iguales para todas, lo cual es completamente erróneo.

Para intentar evitar que esto suceda, una forma muy útil es anotar los datos básicos de cada planta, de esta forma, conseguiremos acordarnos y no equivocarnos con los ciclos hídricos.

Encharcamiento

Otro de los motivos típicos es que se produzca el encharcamiento en la tierra. Puede suceder por múltiples razones, siendo todas generalmente debidas a la inexperiencia del jardinero, como el compactamiento o apelmazamiento, producto de no utilizar materiales para permeabilizar el sustrato.

Tenemos que pensar en la tierra como una ventana de vidrio, mientras más limpia esté, mejor pasa la luz sobre ella, pero mientras más sucia esté, menos luz pasa a través de ella, y en caso de tener una cortina, la luz no pasa y se queda acumulada del otro lado. En este caso el agua es como la luz, y nuestro sustrato debe comportarse como una ventana limpia y sin impedimento, ¿pero por qué exactamente?

Cuando pensamos en las plantas solemos imaginar que no tienen una boca ni pulmones y por lo tanto no respiran, que solo necesitan agua y luz para sobrevivir.

Lo cual no es del todo cierto o no en su totalidad, las plantas son complejas y además de producir oxígeno para nosotros, también lo necesitan para sus funciones vitales (solamente que no en igual medida), no solo lo absorben por su follaje, sino que las raíces forman parte importantísima de este proceso.

Al haber sustrato apelmazado, significa que los granos microscópicos están muy pegados entre sí, imposibilitando la presencia de mini canales de aire o micro cuevas por donde el oxígeno de la superficie pueda descender, y por lo tanto, las raíces tienen poco espacio para respirar. Ahora imaginemos que en un sustrato así, echamos agua y esta no baja ni fluye.

Exactamente, la raíz se ahoga y se muere, es por esto que es importante tener un buen sustrato, mullido y aireado, arenoso, y con materiales no tan finos como la arcilla. Siendo la plantación en tierra más susceptible a las lluvias por retener más agua, y la plantación en maceta menos susceptible al tener más drenaje.

Confundir la deshidratación con el exceso de agua

Algo bastante común, es confundir los síntomas del exceso de agua con el color más amarillo de las hojas por causa de la deshidratación. De esta forma, lo que sucede, es que cuando toca dejar que la planta se recupere de tanta humedad, la seguimos regando y ahogando más.

¿Cuáles son los síntomas de exceso de agua en una planta?

Existen una serie de síntomas típicos de las plantas que están sufriendo exceso de agua, los más comunes son:

  • Asfixia radicular, que es cuando las plantas no tienen la capacidad de respirar oxígeno correctamente, sea por sustrato inadecuado para el tipo de planta, tierra muy compacta o una excesiva exposición a continuas lluvias.
  • Ausencia de brotes nuevos o un crecimiento demasiado lento.
  • Tallos marchitos y débiles, en general, la planta tendrá un aspecto alicaído, aunque esto con los árboles y arbustos no pasa de igual manera, pero se podrá notar con el cambio repentino de sus hojas.
  • Follaje con tonalidades amarillentas y marrones, especialmente empezando de abajo hacia arriba.
  • Presencia de algas o coloración verde en la superficie del sustrato y bordes del tiesto.
  • Raíces podridas, aunque no es un indicio fácil de identificar de buenas a primeras.

¿Cuáles son las consecuencias del exceso de agua?

Dentro de las principales consecuencias está la proliferación de hongos, al darse las condiciones para la vida fúngica (que son la humedad y la oscuridad). El interior de un sustrato siempre cumplirá con una de las condiciones, y la otra se la podemos dar nosotros accidentalmente permitiendo que la humedad se acumule dentro de este.

También está la falta de nutrientes y en relación al control de plagas, las más frecuentes son el pulgón y la araña roja, que al ver a una planta con las defensas bajas, la consideraran una presa ideal.

Es más probable que un vegetal se muera por exceso de agua que por la falta de ésta, por muy increíble que parezca. Ya que cuando las raíces empiezan a pudrirse, ya no hay vuelta atrás.

consecuencias del exceso de agua en las plantas

¿Cómo recuperar una planta por exceso de agua?

Una vez que identifiquemos que puede ser la causa de que nuestra planta se encuentre sobre hidratada, algo que podemos hacer para frenar el daño, es sacar la planta de su maceta, preparar un balde de agua, y proceder a agarrarla desde el tallo, para enjuagar el cepellón (masa conjunta entre sustrato y raíces) hasta que toda la tierra se deshaga, y deje las raíces completamente desnudas.

Luego, con un paño de cocina, secamos gentilmente el órgano radicular hasta dejarlo seco, y si algunas raíces estuvieran en mal estado, se notará por el aspecto fofo y blando de estas, una raíz sana normalmente será blanca y sólida, mientras que las marchistas tendrán un tono oscuro. Estas son las que debemos podar.

Luego nos deshacemos del barro que se formó, o bien podemos colarlo, dejarlo secar, y cernirlo para no desperdiciar nada (pero debe ser desinfectado con fungicidas antes de usarse).

Con las raíces limpias, tendremos que sembrar la planta en una nueva maceta con un sustrato más arenoso y bien drenado. Podemos agregar perlita, vermiculita o piedritas de río a cualquier compost y turba que utilicemos. Y no dar riego nuevamente, hasta que podamos apreciar que el sustrato está completamente seco de nuevo.

Si queremos restaurar la salud de la planta con más seguridad, además de lo anterior dicho, podemos usar un estimulante de raíces a la hora de hacer el trasplante.

¿Cómo prevenir y evitar que sucede de nuevo?

La regla de oro que continuamente se repite para estos casos es; “a las plantas es mejor que les falte agua a que les sobre”, son seres vivos con un comportamiento programado para sobrevivir, ya sea en tierra o en maceta, ellas saben extender sus raíces buscando lo que necesitan.

Regando en exceso solo provocamos que nunca aprendan ni se adapten, si una planta no presenta síntomas de deshidratación, pero la vemos seca, no es necesario darle más riego.

Siempre debemos recordar que no todas las plantas se riegan igual, aunque las tengamos muy cerca las unas de las otras. Ya que no es lo mismo regar a una planta como el Aloe Vera, que, una gramínea como el césped, o a la flor de girasol.

Cada vez que sospechemos que nuestra planta está sufriendo de sustrato seco, podemos escarbar con el dedo meñique o con un palillo de madera 5 cm (preferiblemente con el último), y si la tierra se queda pegada al sacarlo, aunque sea un poquito, quiere decir que ahí dentro hay humedad y no hay nada porque temer.

Se deben evitar los platos por debajo de las macetas, ya que, aunque muchos los ponen por motivos estéticos, o para evitar que el agua ensucie la superficie de apoyo en una mesa, lo ideal es llenar el plato de gravilla o piedras gruesas que dejan una masa de aire entre la base plana del plato y el drenaje del tiesto.

Y por último, debemos tener en cuenta que no es lo mismo regar en verano que en invierno, una de las cosas más complicadas es entender que no existe un periodo de riego “perfecto” que vale para cada momento del año. La evaporación del agua depende fuertemente de la temperatura actual. Si hace mucho calor, el sustrato se seca más rápido, cuando no, lo contrario. Por eso debemos conocer íntimamente a nuestras plantas y no regar simplemente por regar.

¿Has confundido alguna vez estos síntomas con resequedad o flata de agua?

Si quieres puedes dejar tu opinión en los comentarios y estaremos encantados de leerte.

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