09 Oct ¿Cuándo y cómo se debe abonar el césped de nuestro jardín?

Como empresa especializada en ofrecer servicios de jardinería en Barcelona, sabemos de la importancia de tener un jardín perfecto y con un aspecto impresionante. Es por eso, que queremos ayudarte a que aprendas a cuidar y mantener tu jardín en perfecto estado explicandote cómo abonar el césped correctamente y cada cuándo debes hacerlo.

¿Cuándo hay que abonar el césped de nuestro jardín?

Un césped se abona cuando crece por primera vez y en cantidades moderadas, a partir desde que madura como un prado sano y verde, la fertilización debería darse 3 veces al año, puede ser más o puede ser menos.

Pero no vale simplemente con abonar arbitrariamente a mediados del año, sino que lo que se debe evitar son los puntos álgidos de calor y los de frío, el abonado debe darse en climas templados e idóneos.

¿Pero por qué es tan importante abonar el césped? Si no se tiene constancia en el mantenimiento de este tipo de plantas, desarrollan enfermedades fácilmente, pierden su color verde y dejan que crezca la mala hierba que les roba espacio y energía. Es por eso, que, si quieres un césped radiante y sano, el cuidado y el mantenimiento son necesarios cada cierto tiempo. Tienes que tener en cuenta que este trabajo puede resultar un poco exigente, de todos modos, siempre puedes contratar una empresa de mantenimiento de jardines y que se hagan cargo ellos.

¿Cómo se debe abonar el césped correctamente?

Para un correcto abonado, hay ciertos puntos generales a considerar:

1. Abonar en el momento ideal del año

Este punto, es de vital importancia, ya que condicionará en gran medida la proliferación y la salud del césped a lo largo de los meses, aquí la temperatura estacional juega un papel importante.

Un buen césped requiere de una fertilización completa entre 2 y 3 veces al año, específicamente en las temporadas cuando el calor es más estable. Es por eso, que es importante evitar el abonado en pleno verano y en pleno invierno. El comienzo de la primavera y el otoño son los momentos más óptimos para la labor.

2. Nunca abonar solo porque el césped decaiga

Un error común es pensar que, porque el césped se está muriendo y poniéndose amarillento, la solución rápida y sencilla es nutrirlo, cuando esto no hará casi nada por salvarlo, lo que se debe hacer en esta situación es hidratarlo apropiadamente y esperar a que se recupere.

El césped tiene su ciclo biológico para rebrotar y renovarse, ciclo que, como cuidadores de este, debemos respetar, y como en el anterior punto, el abonado debe cumplirse en las fechas pactadas, esté en buena salud o no.

3. El tipo de tierra y el clima local importan

Importan, y muchísimo, dependiendo del tipo de césped, éste será más o menos susceptible a la calidad del sustrato donde resida. Se considera que las tierras arenosas son las peores, y las arcillosas o limosas las más apropiadas. En una tierra arenosa no se retienen muy bien los nutrientes, por otro lado, en una arcillosa, se retienen bien pero el peligro de encharcamiento es mayor.

Lo mismo sucede con el clima de la zona. Un ambiente mayoritariamente seco y caluroso, implicará una mayor exigencia de nutrientes y líquidos. Por otro lado, un clima muy lluvioso, necesitará más fertilizantes.

4. Escarificar la tierra antes del abonado

Antes de pensar en fertilizar nuestro césped, hay que tener en cuenta que la maleza y las plantas viejas se acumulan en la superficie. Este suceso, puede producir un empeoramiento de la absorción del césped y del sustento de las raíces. También puede suceder, que la tierra se haya solidificado de tal manera que no hay un flujo correcto en el riego.

Por lo que es recomendable, usando herramientas manuales o mecánicas, airear el terreno donde yace el césped para retirar los puntos marchitos, abrir surcos en la tierra, y mejorar el acceso de las raíces al agua y al nuevo fertilizante.

5. Podar antes de abonar

Podar es una forma natural de abonar de manera orgánica, fortalece las hojas de la grama y fomenta la renovación de nuevos brotes.

Es importante hacer esto antes de un abonado porque facilitara su distribución, evitando la obstrucción ocasionada por un césped denso.

6. Saber qué tipo de fertilizante es ideal para tu césped

No todas las variedades de césped tienen las mismas necesidades, los hay que son más tenaces y otros que requieren más fertilizante y riegos.

Hay fertilizantes líquidos y granulados, y aunque no sea lo común, dependiendo de la especie, hay abonos específicos e indicaciones para cada uno.

7. Abonar con el césped seco

Al fertilizar una tierra, lo más importante que se busca es que los nutrientes queden impregnados en el sustrato, ya de ahí irán directos a las raíces. Es importante, no fertilizar sobre las hojas, ya que las puede dañar, sobre todo si usamos el abono granulado.

Estar completamente seco es un requisito indispensable, para evitar que la humedad pegue los gránulos en el césped y no en la tierra.

8.Distribuir el abono de manera equitativa

Puede ser lo más complejo si no se tiene una técnica entrenada, no repartir el abono uniformemente implicará que habrá zonas que se marchitarán y otras que no, lo cual afectará en el aspecto estético.

Hay máquinas que pueden ayudar, pero también hay métodos manuales que funcionan igualmente. Uno de ellos, consiste en separar el área del césped del jardín por metros cuadrados, utilizar puntos de referencia, y esparcir una cantidad específica para cada sector, evitando que haya algún pedazo sin cubrir.

9. Evitar pasarse con el abono

Al suministrar el abonado manualmente, se puede caer en el error de sobre nutrir ciertas zonas y otras no, y es que, en el abonado de cualquier planta, mejor es que falte a que sobre, ya que esto puede causar el crecimiento desmedido o la muerte del césped.

Una buena forma de prevenirlo, es contar cuanto se suministra en una cantidad de tierra concreta y evitar excederlo por metro cuadrado. De todos modos, si no estás seguro de haber abonado bien una parte, es mejor no arriesgarse.

10. Hidratar el césped después del abonado

Cuando se usa abono granulado, y más cuando es de liberación lenta, es importante regar profundamente para permitir que se disgregue alrededor de toda la masa de tierra.

Al culminar un abonado, uno debe asegurarse de que el agua llegue hasta la profundidad de las raíces, y tiempo después, repetir el proceso hasta que todo el granulado se disuelva y sea absorbido, pero no excediéndose con la regularidad de los riegos.

También te puede interesar:

• Los mejores árboles para plantar en un jardín
• Las mejores plantas de invierno para decorar tu jardín o balcón
• Quitar y eliminar las malas hierbas

¿Cuál es el mejor abono para el césped?

Algo que debemos saber a la hora de comprar un fertilizante de césped, es el tipo de nutrientes primordiales que necesita, los cuales se resumen en nitrógeno-fósforo-potasio, fórmula que encontrarás en todo abono especificado para césped como N-P-K.

Usar abonos N-P-K

¿Pero porque estos exactamente?, para ser precisos, el nitrógeno fomenta el crecimiento de las hojas y su color característico, el potasio desarrolla su sistema inmune ante enfermedades o desgaste, y el fósforo permite la proliferación de nuevas semillas y sistema radicular (raíces) del césped.

Realmente depende bastante del tipo de césped, la condición de su tierra y demás factores. No existe como tal un abono universal e ideal para todos los casos, pero si en algo se puede estar de acuerdo, es que lo mejor siempre será usar un fertilizante balanceado, de liberación lenta, y con buena cantidad de nutrientes orgánicos, además de los tres componentes primarios mencionados anteriormente.

Comprar una formula con exceso de nitrógeno es siempre contraproducente ya que esto hace que el césped crezca de manera prematura y muy acelerada, quedándose sin sustento a largo plazo y volviéndose amarillo al poco tiempo.

Siempre se recomienda los abonos que se liberan lentamente porque beneficiaran la nutrición al ritmo correcto en el que el césped lo requiere, y aunque a pesar de ser más costosos en general, un abonado lento durará 3 meses o más si así lo permite.

Conclusión

Como conclusión, podemos afirmar que abonar un césped es algo más complejo de lo que parece. Esto es debido a que al no ser plantas aisladas sino un conjunto masivo de varias pequeñas el cuidado que necesitan en conjunto es exigente.

Por todo esto, si conseguimos entender las necesidades que requiere nuestro césped, con un poco de dedicación, podremos mantenerlo sano y radiante sin mayores problemas.

¿Tienes césped en tu jardín?, te esfuerzas en cuidarlo y mantenerlo bien cuidado?

Déjanoslo saber en la caja de comentarios.