28 Dic ¿Cómo cultivar y plantar un árbol mandarino en tierra o maceta?
Cuando buscamos un árbol para jardín y/o patio, una de las cosas que precisamos es que resista bien el sol, nos ofrezca sombra, y que a la vez no sea excesivamente grande, en ese caso, los cítricos siempre serán una opción inteligente. Por lo que el árbol mandarino es una planta que tenemos que tener altamente en cuenta.
Y es que este árbol, además de tener una función estética y de balance a la hora de complementar un espacio verde, si lo cuidamos como es debido, será una planta que nos agradecerá constantemente con refrescantes mandarinas, sin embargo, para llegar a tal punto, el mandarinero tiene varios cuidados a considerar.
¿Qué es el árbol mandarino?
En primera instancia, lo que en general conocemos como árbol mandarino, se llama Citrus Reticulata y pertenece al género de los cítricos y a la familia de las rutáceas.
Es un árbol perenne de tamaño moderado, que alcanza de 4 a 5 metros en condiciones normales, pero también 8 metros en el mejor de los casos. A pesar de esto, le es perfectamente compatible vivir en una maceta, y es junto a muchos otros familiares parecidos, el productor de uno de los frutos cítricos más populares, la mandarina.
Su corteza es tersa y fina, sus ramificaciones son espinosas, y sus hojas son ovaladas y de un verde intenso.
Se piensa que la especie es originaria de las zonas tropicales y subtropicales de Asia e india, incluso se estima que su nombre nace de la influencia de China. Fue introducida en Europa aproximadamente en el siglo XIX, mientras que en España entró a mediados de este último.
Otras características del árbol mandarino
A diferencia de las naranjas, limones y toronjas, la mandarina es fácil de pelar sin ningún utensilio, sus gajos se desprenden muy fácil a la mínima fuerza, y su sabor es más fuerte y dulce. Todos factores que lo hacen una golosina de la naturaleza.
Sus variedades se pueden separar en 4 grandes grupos, mandarinas comunes y corrientes, clementinas (cruces sin semillas), satsumas (variantes japonesas) y un conjunto de hibridaciones entre comunes y no comunes.
Es capaz de aguantar temperaturas más heladas, y al igual que los demás cítricos, se adapta muy bien a varios tipos de clima. Pero no llevándose especialmente bien con aquellos que sean extremadamente fríos, como las temperaturas bajo cero.
Un mandarino dependiendo de su variedad y genética, puede empezar a dar frutos a partir del segundo o tercer año, pero debemos tomar en cuenta que, si el árbol es de maceta o lo acostumbramos a habitar dentro de interiores, su capacidad para generar frutos y su altura máxima se verán ampliamente limitados, pero en cambio, tendrá un grandísimo valor ornamental, ya sea por sus flores blanquecinas de 5 pétalos y pistilos anaranjados, o sus llamativos frutos que crecen a montones y parecen un árbol de navidad.
¿Cómo y cuándo plantar un árbol mandarino en tierra o maceta?
A la hora de establecer la base para el mandarino, los nutrientes que no debemos descuidar a la hora de preparar la tierra son; el nitrógeno, el fósforo y el potasio, elementos que encontraremos en cualquier sustrato de calidad.
Luego debemos elegir cual es el sitio correcto, ya que, el lugar ideal para un árbol de mandarina es debajo del sol, por lo que no debemos preocuparnos de que reciba sombra o no, por lo menos hasta que deje de ser una plántula.
Germinación de Semillas
Para germinar semillas de mandarina (si es que queremos hacerlas crecer desde cero), debemos extraerlas de un fruto bien madurado directamente del árbol, lavarlas y secarlas, siempre siguiendo la lógica de que mientras más grandes, mejor. Y sembrar varias en diferentes semilleros. Así podremos seleccionar las mejores y descartaremos las fallidas o deficientes.
Estas semillas deben plantarse en un sustrato compostado adicionado con perlita y humus. Luego es de gran ayuda rasgar sus capas exteriores un poco con los dedos, las enterramos sobre una capa de tierra, por lo menos el doble de profundo que su tamaño (2 cm), y las regamos con abundante agua.
El proceso de germinado requerirá que estas semillas en ese sustrato se mantengan húmedas y cálidas, si es en invernadero mejor, ya que solo así brotará la plántula sana y fuerte, lo cual puede durar un mes entero fácilmente.
Aunque haya germinado, aún queda un buen camino para que la planta desarrolle independencia, ya que mientras es pequeña, debemos exponerla al sol de manera parcial.
Plantación
A la hora de sembrar los jóvenes brotes en macetas o en el suelo de un jardín, las dimensiones que hay que tener en una maceta tienen que ser bastante grandes (eso si no queremos ir cambiándola a medida que crezca) que son de por lo menos 50 cm de profundidad y 40 cm de ancho, pueden ser más, o pueden ser menos.
En cambio, cuando las queremos poner en tierra, debe haber una distancia de 2 metros y medio respecto a otros árboles, lo cual es algo que puede variar dependiendo de la especificación de mandarina y su extensión radicular.
Es muy recomendable el uso de guías, sean bastones o tubos, para que el árbol crezca recto hasta alcanzar la autonomía en su tronco y base.
En caso de que queramos trasplantar un mandarino comprado de un vivero, lo cual para árboles frutales siempre será lo recomendado, porque un árbol desde su semilla puede no dar el mismo rendimiento y calidad que uno injertado y seleccionado por manos expertas.
Debemos cavar un agujero en forma cónica ligeramente más profundo que la altura del cepellón (raíz y tierra de la planta), agregamos un sustrato orgánico en el fondo como compost o vermicompost, posicionamos el árbol en el centro nivelándolo con el suelo, para lo cual podemos usar de referencia un palo o un tubo recto, y luego procedemos a enterrar con la tierra que hemos sacado antes e ir mezclándola con más compost, justo como el que hemos puesto de base.
Finalmente, y al igual que con los semilleros, damos un riego considerable para que el árbol se adecue a su nuevo hogar.
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¿Cómo cuidar el mandarino?
Existen una serie de factores a tener en cuenta al cuidar un árbol mandarino, los más importantes son:
Riego
Es un árbol que exige bastante líquido por lo que después de trasplantar va a demandar que la tierra nunca deje de estar húmeda, que no es igual a empapada, más cuando sea primavera y este empiece a florecer, ya que no regarla lo suficiente puede desencadenar en una salud pobre y unos frutos secos desagradables para el paladar.
Mientras que, en otoño e invierno la exigencia de agua se reducirá y solo será meritorio darle riego pocas veces a la semana.
Poda
Aunque no sea fundamental para la salud del árbol, es algo que se recomienda hacer en invierno cuando la actividad foliar esté en su punto más bajo, lo mismo en otoño, pero nunca cuando el árbol esté brotando que suele ser en primavera.
Sin nuestro árbol mandarino está sufriendo por alguna plaga, siempre es vital deshacerse de las hojas y ramas inservibles, lo cual es un mantenimiento que se puede trasladar a todo tipo de planta en general.
Donde sí es importante podar, es cuando la tenemos en maceta, y no nos conviene que crezca tanto, más si la tenemos dentro de una casa, toldo o balcón, lo que nos lleva también a que periódicamente (y a largo plazo), debamos volver a trasplantar en otra maceta o en la misma, recortando el exceso de raíces y renovando un poco la tierra y el compost.
Control de plagas
Tenemos que tener en cuenta el control de plagas del mandarino, ya que puede ser atacado por insectos como la mosca blanca, pulgones, araña roja, cochinillas, y minadores de cítrico (Phyllocnistis Citrella), lo cual, en el caso de los primeros, el uso de pesticidas orgánicos y caseros como jabón potásico, aceite de Neem, polvo de cáscara de huevo, fungicida de leche o esencia de ajo serán más que suficiente, pero para los gusanos minadores no es el caso, se deben usar productos químicos que combatan el problema específico y podar cuidadosamente las áreas infectadas.
Por otro lado, está el fitovirus del Citrus Exocortis, enfermedad que puede atacar a todos los cítricos en general y que no tiene cura directa, más que mantener a la planta sana, hidratada y fertilizada según las normas.
Abonado
En cuanto a mantener el árbol nutrido, solo vamos a requerir de un fertilizado fuerte 2 veces al año dependiendo de la temporada y la exigencia de nutrientes, lo cual depende sumamente de cuando esté la planta gestando flores o no, en esos momentos podemos fertilizar de manera ligera una vez al mes.
Para esto podemos recurrir a renovar el compostaje del sustrato, usar abono granulado de liberación lenta, o agregar abono líquido a los riegos.
Uno casero y sencillo que podemos hacer es el jugo de aloe vera, el cual podemos hacer simplemente batiendo el centro transparente de una penca, diluirla en agua, y regarla en lugar de agua común.
¿Serías capaz de cuidar un precioso árbol mandarino?
Dinos qué piensas en los comentarios.
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